27/4/09

XX Congreso Nacional de Entrevista Clínica y Comunicación Asistencial


20 Años Comunicación y Salud Ibiza 2009

Mañana me marcho a Ibiza al Congreso Nacional de Entrevista Clínica y Comunicación Asistencial.XX Aniversario .Presento una Comunicación en forma de Cuento Ilustrado: " El Hombre que se tragó una Luciérnaga" .
Os mantendré informados.Lou

13/4/09

Elsa Punset

24 HORAS PARA NO OLVIDAR

3 de abril 2009
Anoche regresé del Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental organizado por ANESM en el Palacio de Congresos de Valencia. Fui allí como suelo acudir a estos eventos, con la sensación de premura, la maleta hecha a toda prisa y el tiempo justo para no perder el tren. Pero más allá de mis expectativas, las 24 horas en Valencia resultaron intensas y emotivas. Comprobé, al sumergirme en el mundo de estos 900 especialistas en salud mental, que su pasión- contribuir a mejorar la salud mental y emocional de las personas, intentar ayudarles a superar el dolor y el desconcierto- es también la mía. Y tal vez por ello me reconocí en muchos de sus retos y sus dificultades, en su lucha por mejorar el entorno y la vida de aquellos a quienes cuidan. Conocer a estas personas ha sido un privilegio. Si tengo que pasar una larga temporada en una isla desierta por culpa de un naufragio, por favor que sea con ellos.
Algunas de las diversas historias personales y profesionales que he escuchado son realmente inspirantes. Decía Oscar Wilde que todos estamos en la alcantarilla, pero que algunos miran a las estrellas. Así que os contaré algunas de estas historias en la radio en las próximas semanas, empezando tal vez por el relato, que ellos mismos presentaron en el Congreso, de la épica hazaña del navegador Shackleton: con la adversidad de frente, ese hombre supo poner todos sus recursos en marcha para finalmente superar adversidades considerables. Y también compartiré con vosotros otros relatos anónimos, sencillos y admirables, que he recolectado durante este breve viaje a Valencia. Nos recuerdan el lado luminoso de nuestra naturaleza, que se abre paso con fuerza si le damos permiso para ello.
¡Un abrazo fuerte a todos!
Elsa Punset

12/4/09

A Mi Médico

A MI MEDICO
Me pidieron hace cierto tiempo una intervención para que explicase a los nuevos MIR (Médicos Internos Residentes) qué es lo que les pediría como paciente, como usuario de los servicios sanitarios. Es importante que a los profesionales de la salud, les recordemos de vez en cuando, que el paciente no es una máquina que se avería. Lo saben, pero hay que recordárselo.Conté a los asistentes un hecho autobiográfico que relata Ferrari en su libro “La fuerza de la bondad”. Dice que fue a ver a su podóloga y que, después de hacerle varias pruebas, la doctora se sentó en su mesa para analizar los resultados. Él se colocó en otra silla delante de la mesa, esperando silencioso y un poco angustiado el diagnóstico. La doctora se enfrascó en el análisis de las pruebas con tanta intensidad que, de pronto, levantó la cabeza y lo vio allí inmóvil y expectante.- ¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí?- Mire, doctora, yo soy el dueño de ese pie que está analizando.
La podóloga hacía su trabajo concienzudamente, pero se había olvidado del paciente. Tenía delante el problema que debía resolver pero había hecho desaparecer de su corazón y de su mente a la persona que lo padecía.Expresé en diez demandas mis peticiones, más detenidamente de lo que en este breve artículo puedo hacer.Escúchame. Sé que no es fácil escuchar, dada la prisa con la que tienes que atenderme. Sólo dispones de unos minutos para estar conmigo. Te espera una larga lista de pacientes. Sé que no es fácil mirar y convertirte en el eco de mi angustia, porque tienes que anotar en el ordenador todo lo que te digo. Y el ordenador se convierte en tu aliado y en mi contrincante. Decía Carl Rogers: “Cuando un ser humano te escucha, estás salvado como persona”.Compréndeme. Porque, cuando me pongo enfermo tengo angustia, miedo, dolor. No sé qué alcance tiene mi dolencia. Cualquier gesto, cualquier frase, el tono más leve de tu voz tiene para mí un gran significado. Sé que estás habituado a muchos dolores y eso puede hacerte insensible, porque tú no puedes implicarte en cada paciente como si de un familiar se tratase. Pero yo quiero que tengas en cuenta que no sólo soy una enfermedad sino la persona que la padece.Explícame. Dime con claridad lo que me pasa y qué alcance tiene. Dímelo con palabras inteligibles. Con paciencia incluso. Un diagnóstico severo es demoledor pero si te lo comunica alguien que no tiene sensibilidad te puede destruir también psicológicamente. Si lo que me dices es muy preciso y muy riguroso, pero poco inteligible, me quedaré como estaba, pero con más angustia. No des por supuesto nada. Comprueba que me he enterado. Puede ser que no me atreva a pedir una explicación.Conóceme. Recuerda mi nombre. Sigue mi trayectoria, ten en tu mente mi historial. Ya sé que ves a muchos, quizás a demasiados pacientes. Pero yo necesito no ser un número. Necesito no ser un extraño y, mucho menos, un incordio. Sé que las condiciones en las que trabajas no son las ideales y que el sueldo que te pagan no es justo para el difícil y arriesgado trabajo que realizas, pero no descargues en mi tu malestar laboral. Conviérteme en tu aliado, no en tu enemigo.Ayúdame. Sé que tú puedes ayudarme a no caer enfermo, a tener mejor salud. Tú puedes orientarme, decirme lo que tengo que hacer para prevenir males futuros. Tú tarea no es sólo curarme sino ayudarme a que no caiga enfermo. Un consejo tuyo puede ser más decisivo que cien recetas. Ya sé que hay pacientes de todos los colores, pero no es bueno que actúes como si fueras daltónico.Respétame. Llega a tiempo a la cita. No soy un objeto que no siente o un animal que no entiende. No me hagas esperar. Y si no lo puedes evitar, ofréceme una disculpa. El tiempo es importante para mí como lo es para ti. Y se diría que los relojes que estropean al entrar en los Hospitales y Centros de salud.Anímame. Puede ser que tengas que darme un diagnóstico severo. No me despaches sin más. Ya sé que no dispones de tiempo para hacer una terapia. Pero no es igual una palabra amable que un gesto displicente. Sabes mejor que yo que la esperanza en la curación es la mitad de la salud. Yo trataré de ser un paciente respetuoso y responsable. Por la cuenta que me trae. Y porque voy a verte no para hacerte perder el tiempo sino porque confío en tu saber y en tu experiencia.Cúrame. Lo más importante de lo que te pido es que, al fin y a la postre, acabes curándome, si estoy enfermo. Lo cual exige un diagnóstico certero. En el acierto de ese diagnóstico tengo que tener yo una buena parte. Sé lo que me pasa, aunque no conozca su nombre técnico. Sé dónde y cómo me duele, aunque desconozca la etiología. Sé cuándo empezó el dolor y qué es lo que hacía para contraerlo y para evitarlo.Quiéreme. Me gustaría que yo te importase. Que mi dolor no te fuese indiferente, que mis miedos no te parecieran una ridiculez. Tengo necesidad de saber que lo que me pasa es algo que tiene alguna relevancia para ti, no sólo desde el punto de vista médico sino desde tu condición de persona. Quiero que me cures, pero también necesito que me quieras. Porque no hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.Sonríeme. ¿Qué te cuesta? Tu seriedad agrava mi problema. No siempre tendrás ganas de sonreír porque, como es lógico, tú también tienes problemas. No siempre estarás de buen humor, porque trabajas entre dolores. Pero es indispensable que cuente con tu con tu empatía, con tu cercanía emocional.Acabé haciendo una llamada al optimismo en el ejercicio de la sanidad. Un buen médico es el que por la mañana llega a la sala donde se encuentran los pacientes y, con tono jovial, saluda a los presentes: ¿Hola, cómo están todos? El médico pesimista llega a la misma sala y con gesto de sorpresa pregunta: Hola, cómo, ¿están todos? Miguel Angel Santos Guerra

9/4/09

El paraiso

Llegó la Semana Santa y también un merecido descanso!!!!............

"La Cenicienta que no quería comer perdices"

El Cuento

Las Autoras. Nunila-Myriam



Erase una vez un cuento que aterrizó en mi pantalla de ordenador: "La Cenicienta que no quería comer perdices". Sabía que no quedaría archivado en el almacén de powerpoint.

Estaba delante de un precioso cuento que me invitó a viajar por un mundo de reflexión sobre temas de genero, autoestima, prejuicios que me permitió trabajar valores de una forma creativa.

Y así fue como lo seleccioné para trabajar con él en el grupo de mujeres que acuden a la Unidad de Salud Mental donde trabajo. Acostumbro a trabajar con distintos recursos (articulos,juegos,cuentos,expresión corporal, relajación...) que facilitan la comprensión de los contenidos y ayudan a favorecer la consecución de objetivos de cada sesión. Ahora la Cenicienta pasaría a formar parte de mi "Recursoteca".

Este Cuento se creó como encargo del grupo de mujeres contra los malos tratos de Horta. Ha recibido el premio Racimo en Jerez a la mejor iniciativa del año por la igualdad de género.

Este cuento está dedicado a todas las mujeres valientes que quieren cambiar su vida y a todas aquellas que nos iluminan desde el cielo.

Su autora es Nunila López, entrañable mujer que un día decidió vivir del cuento y Myriam Cameros es la responsable de las magnificas ilustraciones. Un Domingo por la tarde, juntas decidieron dar a la tecla "ENVIAR" y nos ofrecieron este maravilloso regalo que muchos de vosotr@s ya habréis tenido la oportunidad de recibir.

Ha sido una satisfacción descubrir el cuento de Nunila y Myriam que ha brindado tantas posibilidades. Me motivó a:

*Compartirlo con mis hermanas, compañeras y amigas.

*Utilizarlo en nuestro espacio de supervisión de Psicodrama, (con nuestra maravillosa Psicológa Clínica Mª Luz Pradana)como situación intermediaria para explorar el mundo de nuestras emociones.

*Elegirlo como herramienta psicoeducativa en el grupo de mujeres, donde se creó un espacio que facilitó la expresión de emociones desde el juego, el disfrute, la lectura, el actuar, el entender, el compartir, el sentir, el pensar, el escuchar,el estar, el ayudar, el decir, el cambiar...

*Descubrir quién había detras de este cuento. Tuve la suerte de contactar con su autora e ilustradora. Aporté mi granito de arena para la autopublicación del cuento. Ahora mantenenmos relación telefónica y me han enviado siete cuentos más para continuar explorando.Uno de ellos "El escondite", ya lo estamos trabajando para escenificarlo el 10 de Octubre con motivo del día de La Salud Mental.

*Y, como guinda, me motivó a presentar el trabajo realizado con el Cuento, en el Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental de este año que se celebró en el Palacio de Congresos de Valencia los días 1,2 y 3 de Abril.

*....Porque los cuentos nos dan alegría,vibración ,emoción y disfrute (Como decía uno de los compañeros del Grupo de Comunicación y Salud)

*Gracias a todas las personas que me ayudaron a poner este punto y seguido.

...continuará...... Lourdes Alcalá

La Cenicienta que no quería comer Perdices o...cómo aprender a decir basta.





La Cenicienta que no quería comer perdices o...cómo aprender a decir basta.El Cuento, una herramienta Psicoeducativa desde el Psicodrama en Enfermería de Salud Mental.(Comunicación:Mª Lourdes Alcalá)


XXVI CONGRESO DE ENFERMERIA DE SALUD MENTAL.PALACIO DE CONGRESOS DE VALENCIA 1,2 y 3 de Abril 2009.